Agresión a una enfermera del CETI y la actitud del director

El Sindicato de Enfermería SATSE Ceuta quiere manifestar públicamente su más firme condena por la agresión sufrida por una enfermera del CETI de Ceuta, hechos por los que un residente ha sido condenado por coacciones, maltrato de obra y lesiones, tras reconocer los hechos ante la autoridad judicial.

La enfermera acudió a administrar un tratamiento inyectable al residente, quien reaccionó con violencia: se bajó los pantalones, exhibió sus genitales y la sujetó con fuerza por el brazo, causándole lesiones. Como resultado, la profesional se encuentra actualmente de baja psicológica.

Más allá de la gravedad de lo sucedido, desde SATSE queremos denunciar la presunta actitud del director del CETI, quien, según el testimonio de la propia víctima, intentó disuadirla de presentar denuncia en el momento de los hechos y no activó los protocolos de protección que marca la normativa, incurriendo presuntamente en una dejación de funciones absolutamente inaceptable para quien ostenta un cargo de responsabilidad.

Desde SATSE consideramos inadmisible que se trate de minimizar una agresión de esta magnitud y que se adopte una actitud protectora hacia el agresor, en lugar de garantizar la seguridad, el respaldo institucional y la atención urgente a la trabajadora agredida.

Queremos recordar que el cargo de director del CETI es una designación política del Gobierno de España, actualmente formado por PSOE y Sumar, por lo que exigimos su cese inmediato y la designación de una persona con sensibilidad hacia las mujeres trabajadoras del centro y el respeto que merecen. No es de recibo que, desde un puesto institucional, se cuestione o se intente bloquear el derecho de una profesional sanitaria a denunciar una agresión sexual.

SATSE Ceuta ha puesto a disposición de la enfermera agredida todos los recursos legales y jurídicos del sindicato, y seguirá acompañándola en el proceso que continúe ante los tribunales.

Reiteramos nuestra máxima solidaridad con la compañera y condenamos tanto la agresión como el trato que, presuntamente, recibió por parte del director del CETI, cuyo comportamiento nos parece absolutamente impropio de un cargo público.

Desde el Sindicato de Enfermería exigimos al Gobierno central que actúe con contundencia y no mire hacia otro lado. Las trabajadoras sanitarias merecen protección, respeto y entornos laborales seguros. No aceptaremos ni silencios ni complicidades.